Cuando planificamos un fin de semana o un simple paseo a la montaña, muchas veces dudamos mucho de llevar al perro o no. Sobre todo nos preguntamos si le gustará o si podrá ser peligroso para el perro. En general, la nieve es algo que los perros disfrutan mucho y no suele ser un problema en sí mismo.
Por supuesto que siempre es una buena idea consultar con el veterinario, ya que algunas condiciones propias de nuestro perro pueden hacer desaconsejar este tipo de paseo. Pero en perros sanos y con edad adecuada, es algo que le gustará mucho.
El veterinario nos aconsejará si es necesario tomar alguna precaución en especial . Por ejemplo, en perros de pelo corto y no acostumbrados a las temperaturas bajas, muchas veces se aconseja algún tipo de abrigo especial. La mayoría de los perros no necesitan esos abrigos, y es más, les molestan bastante.
Muchas personas creen que proteger las patas del perro pasa porque usen alguna clase de calzado. Lo más probable es que el perro se niegue a caminar, directamente. Si lo hace, casi seguro que liberará sus patas tan pronto como pueda, o sea, enseguida. No son necesarios, por lo tanto no vale la pena ni el intento. Lo que sí es importante es secar muy bien las patas del perro luego de que estuvo un largo rato en la nieve . Hay que tener cuidado de revisar muy bien las almohadillas, detectando algunas pequeñas heridas que se pudo producir en los juegos.
Probemos a nuestro perro, con paseos cortos inicialmente y veremos como disfruta.