Existe la creencia de que las garras retráctiles de muchos felinos son garras que los felinos esconden y sacan cuando cazan, en el momento del zarpazo. Como muchos depredadores, los gatos tienen garras retráctiles este término en realidad es erróneo debido a que, en una posición relajada, las garras están cubiertas por la piel que rodea las almohadillas de los dedos y no están escondidas aposta.
Se trata de una característica que tienen los felinos para conservar afiladas las garras, previniendo el desgaste por contacto con el terreno. Solo estirando o golpeando a la presa con las patas logran tensar los tendones que las operan, forzando así la extensión de las garras.
Además, Los gatos utilizan sus uñas para hacer marcaciones territoriales visibles y odoríferas (dejan su olor por las secreciones de la piel de sus manos), por otro lado, regularmente crecen uñas nuevas debajo de las existentes y el gato trata de desprender las viejas rascando superficies rugosas o utilizando sus propios dientes, por eso pareciera que se afila las uñas, pero en realidad se saca las uñas viejas y dejan a la vista una perfecta uña nueva con una punta muy filosa.