Consejos de alimentación para tu caballo

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Los caballos por tener un cuerpo sumamente portentoso necesitan una alimentación adecuada para soportarlo; debe ser cuidadosamente seleccionada su dieta sobre todo si se trata de caballos de competición o equitación, no se puede olvidar un solo nutriente porque la falta de él puede traer decaídas en el rendimiento del corcel.

A la hora de planificar una dieta adecuada para un caballo deben tenerse en cuenta las características del animal esto incluye: la edad que posee, la salud (alergias y demás detalles que pueden ser útiles), conocimiento de sus costumbres y rutina de actividades para brindarle una dieta adecuada a la misma; además es importante que la dieta se mantenga constante, variada en alimentos y con cierto control de la cantidad de los mismos, pues si de ellos dependiera, los caballos se lo pasarían comiendo todo el día.

El sobrepeso puede afectar severamente la salud de un animal, tanto como lo hace en las personas; no solo de manera física, sino también en forma psicológica, los caballos necesitan tener un buen dominio de su cuerpo y aprecian por sobre todas las cosas la velocidad; si su estado físico no les permite disfrutar de esa libertad, si pierden agilidad, entonces se deprimen y su estado de ánimo cambia trágicamente; las modificaciones bruscas en la nutrición también pueden traer consecuencias no solo en el estado físico sino también anímico del animal.
Por todo esto, es tan necesario que exista un seguimiento minucioso del caballo a fin de lograr que sus condiciones no se vean afectadas por un mal manejo de sus alimentos.

 

 

La dieta ideal es aquella que se basa en un uso equilibrado de carbohidratos, grasas y fibras, minerales y proteínas.

Los forrajes (paja y heno) son dos ingredientes básicos en la dieta; es importante saber exactamente con qué hierbas han sido elaborados, ya que conociéndolos se puede saber qué ingredientes hará falta agregar para brindarle una dieta equilibrada, hay que analizar para esto, no solo con qué hierbas están constituidos sino también en qué momento de su ciclo vital fueron recolectadas, el tipo de abono que tenía la tierra, etc.

El heno tiene muchos nutrientes (se recomienda que sea dado en forma húmeda para ayudar a la digestión) mientras que la hierba le brinda una considerable cantidad de minerales, debe tenerse en cuenta que un caballo puede sobrevivir solo a base de ella durante largo tiempo; de todas maneras para los caballos de competición no es del todo recomendable debido a que favorece al crecimiento del vientre y puede quitarle agilidad.

Avenas, cebada y maíz suelen ser utilizados para aportarles energía, ayudan a la digestión en el intestino delgado y brindan un alimento equilibrado y completo.

La avena es importante que sea de buena calidad pues es el ingrediente que brinda más energía y combinada con heno proporciona una cantidad increíble de nutrientes.

El salvado contiene vitaminas y ayuda a la digestión, es muy necesario que sea complementado con minerales.

El maíz es importante porque aporta principalmente fibra, así como también mucha energía, se recomienda que se lo mezcle con heno y otros forrajes.

En una alimentación basada en “cereales”, conviene suministrar también aportes de minerales.

Un ingrediente que puede ser útil es la Remolacha forrajera es útil sobre todo para caballos que han perdido peso, los ayuda a recuperarse fácilmente, ya que les brinda muchos nutrientes; pero hay que tener mucho cuidado con ella, ya que puede provocarle cólicos.

Por otra parte, el agua es imprescindible para una buena digestión; esta debe ser fresca y limpia, y se recomienda que sea cambiada con regularidad.

 

 

El consumo alimentario recomendado para los caballos con un alza de más de 1,50 metros, va desde los 12 a 14 kg de comida diaria y en aquellos cuya alza es inferior a 1,50 metros, entre 11 y 12,5 kg.
Esto está expuesto a variaciones, que están relacionadas con el tipo de trabajo que realiza el animal; así, para un animal cuyas actividades son pocas se recomienda entre 60-70% de forraje y 30-40% de granos; para los que realizan un nivel medio de actividades entre 60-50% de forraje y 40-50% de piensos; los que desarrollan un trabajo de competición, entre 30-40% forraje y 50-60% de piensos y para aquellos que compiten en pruebas de alta resistencia o que realizan un trabajo realmente duro se recomienda entre 30-40% de forraje y 60-70% de granos.

Por otro lado, para colaborar con el buen estado del caballo pueden utilizarse las “golosinas”, llámese, zanahorias, que deben lavarse muy bien previamente pues las arenillas que puedan contener pueden provocarles cólicos al llegar a su estómago; el aceite de bacalao, recomendable sobre todo para aquellos animales que no tienen una pradera o vegetación al aire libre y el aceite de linaza que puede ayudarlo en la digestión y darle brillo a su pelo.

Estas sustancias pueden ser muy buenas para mejorar el aspecto del caballo, pero debe abusarse de ellas; “solo la cantidad necesaria después de una larga jornada de trabajo como premio”

 

7 Reglas de Oro para una buena alimentación:

1. No alimentarlos en grandes cantidades; los caballos en la pradera ocupan del 60% al 80% del tiempo en buscar las hierbas, el resto comen, es importante tener en cuenta esto a la hora de alimentarlos.
2. Cuando desee hacer un cambio de ración deben hacerlo de a pequeñas dosis, por ejemplo si se desea suplir un alimento por otro convendría comenzar dándole del nuevo un 25 % y un 75% del anterior; al segundo día un 50% y un 50%, al tercer día un 75% y un 25% y finalmente el 100% del nuevo ingrediente, así su caballo tendría tiempo de acostumbrarse y casi no notaría el cambio.
3. Vea cuáles son las necesidades de su caballo, si adelgaza dele más cantidad de alimentos, si engorda reduzca dicha cantidad.
4. Darle mucho forraje, los caballos no pueden vivir sin él.
5. Alimentarlo siempre con heno antes de darle el granulado, cuando mastica produce saliva que evita la llegada de cólicos y atragantamientos.
6. Luego de haberlo alimentado déjelo reposar alrededor de una hora antes de montarlo para que haga tranquilo la digestión.
7. Acuérdese siempre de proveerlo de agua fría, fresca y pura.

Si sigue estas pautas es probable que pueda mantener a su corcel en perfecto estado, con el pelaje brillante, vasos firmes y un robusto y fibroso cuerpo.

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