Cuando obtenemos una mascota lo mejor es tenerla de manera responsable e informada porque hay determinados tipos de animales que son más propensos a sufrir determinado tipo de enfermedades.
Hay perros que por poseer orejas muy largas, pueden llegar a sufrir enfermedades como la otitis. Esto se debe a que hay un gran contacto de las mismas, con el suelo y en este suelen haber grandes cantidades de ácaros y bacterias que producen diferentes tipos de enfermedades en los oídos.
Para detectar alguna enfermedad en los oídos del perro, debemos de ser muy observadores y prestar mucha atención a las señales que nos puede estar dando la mascota. El gesto de sacudir la cabeza o de inclinarla por mucho tiempo, es señal de que este está sufriendo de un gran dolor. Por otro lado, cuando veamos que el perro se tropieza o no logra mantener el equilibrio es posible que también esté sufriendo de una infección de oídos.
Para prevenir o hacer un rápido diagnóstico de tan molestas infecciones, debemos de revisar las orejas de nuestro animal, de manera regular. Debemos cerciorarnos si estás poseen mugre en el interior, y si la poseen, quitarlas con jabón y algún producto desinfectante. Si al momento de inspeccionar las orejas no topamos con cera de color oscuro, estaremos ante la presencia de una infección, provocada por la mala higiene y la presencia de ácaros. Si esto es así, lo mejor es acudir al veterinario para que se encargue correctamente de ello, ya que los oídos son una de las partes más delicadas del cuerpo.
Si llevamos un correcto control, de las orejas de nuestro perro, nos evitaremos de que una infección descuidada se transforme en una infección en todo el cuerpo o en una sordera crónica.
Si vemos que nuestro animal no presenta molestias pero si tiene esa cera negra en el interior podemos realizarle una limpieza preventiva durante una semana, esta se trata de quitar la suciedad y cera con una gasa y luego, lavar el interior de las orejas con alcohol, vinagre y agua, esta se debe aplicar mediante un trozo de algodón. Debe realizarse durante 2 semanas todos los días, hasta que la cera negra desaparezca. Si no desapareciera y comenzara a sentir dolor nuestro perro , lo mejor es llevarlo al veterinario.