La educacion en perros y gatos para una buena convivencia

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La educación en perros y gatos

Las personas que amamos la compañia de animales domésticos debemos tener en cuenta que convivir con un animal implica mantener un ambiente adecuado en casa para poder tener una buena relación de cariño y afecto con nuestra mascota. Esto no se consigue de la noche a la mañana por cumplir con las necesidades básicas del animal y seguir con nuestras vidas, se consigue con una buena educación.

Podemos hablar de necesidades básicas de nuestra mascota cuando hablamos de preocuparnos por su alimentación, por su atención sanitaria, por realizar las visitas adecuadas al veterinario, por darle cariño y atención, darle un espacio mínimo y llevarle a hacer ejercicio físico.

Todo esto es esencial para la buena salud del animal doméstico pero la buena educación llega de otra manera y no es tan obvia. Cuanto más social es un animal doméstico, más necesario será que tratemos de darle una buena educación, para que sea una mascota sana, feliz y con la que de gusto convivir.

Mascotas más o menos sociales.

Cuando hablamos de mascotas más o menos sociales nos referimos a las necesidades de atención, de juegos, de cariño, la interacción que exista naturalmente entre los humanos y los animales de compañia. A modo de ejemplo, un perro es mucho más sociable que una tortuga, cómo también es más sociable un gato que un grupo de coloridos peces en un acuario. Un caballo o un burro también pueden llegar a ser muy afectuosos con sus dueños después de mucho tiempo de cariño y buen trato.

Los perros son sin duda las mascotas más sociables y las que más disfrutan del trato con humanos. Necesitan nuestra atención, nos reclaman para juegos, para tener nuestro afecto, para salir a hacer ejercicio fuera de casa, tratan de conocer a otros perros, a las visitas, identifican el olor de otros animales…

Los gatos en cambio son mucho más selectivos, independientes, eligen con quien quieren tener afecto y cariño, no quieren ser molestados en muchas ocasiones incluso por la familia y no requieren que les saquen a pasear.

La educación en los perros.

Un perro cómo hemos dicho es mucho más sociable y por lo general también será mucho más impetuoso y fuerte que un gato. El perro necesita salir a hacer ejercicio en mayor o menor medida, según la raza y el espacio que tenga para su disfrute en la vivienda de la familia. Si el perro que va a formar parte de la familia es un cachorro, entonces estamos de enhorabuena porque cuanto antes empecemos con una buena educación, mucho mejor.

Debemos decidir cómo queremos que sea la convivencia, que espacio esta reservado para los humanos dentro de la vivienda, cuales son las propiedades de los humanos, cuales las del perro y cual será el territorio del can. Si no queremos que el perro se suba a la cama, coma por cualquier parte de la casa o haga sus necesidades en alguna parte de la vivienda, tendremos que ser firmes a la hora de educarle y mantener las pautas.

Una de las causas más habituales de los desórdenes de comportamiento de un perro suele venir por no hacer suficiente ejercicio físico. El salir desaforados al exterior, correr cómo unas fieras, saltar sobre personas u otros animales suele estar relacionado con un excedente de energía producto de la vida sedentaria y de no recibir suficientes estímulos sensoriales.

Los mayores problemas de convivencia suelen venir por una conducta agresiva y dominante, perros que ladran demasiado, que atacan a otros perros o a humanos, que causan destrozos en la casa, son cosas a evitar totalmente para tener una buena convivencia y una mascota mentalmente sana.

Esto sucede por no marcar límites desde que son cachorros, por no hacerles gastar su energía con juegos y caminatas. También sucede que las personas no solemos ser firmes por un amor mal entendido hacia nuestra mascota. El ser negligente, no ser firme, coherente y persistente lleva a un descontrol, a una mascota que no sabe cuando hace lo correcto y cuando no. No podemos dar órdenes un día y no permitir alguna conducta y luego si dejar que ese mal comportamiento se produzca por dejadez y no corregirlo.

Un animal doméstico, asocia por instinto animal, un estado de animo, un comportamiento a una correción o a una recompensa. Pero no puede entender las medias tintas o muchas ordenes a la vez desde varias personas o con varios sentidos. Por tanto, la coherencia, persistencia y el esperar para recompensar a que el animal este en un buen estado de animo tras completar con exito una orden son fundamentales.

Nunca jamás se debe agredir o usar la violencia, un toque al cuerpo con la mano o con la pierna, que no un manotazo o una patada son suficientes para dar una corrección física. Verbalmente una exclamación aguda como un Eh ! es suficiente antes de corregir, para llamar la atención del animal. Al pasear, debemos ir al mismo nivel, no que nos lleven nuestros perros con tirones y de forma dominante, un tirón lateral sin hacer daño para colocar al perro a nuestro lado debería ser suficiente.

Para recompensar a nuestra mascota y que esta asocie el buen comportamiento y un estado de animo con una recompensa debemos ser afectuosos y también podemos darle algo de su comida favorita.

La educación en los gatos.

Cómo hemos dicho, la educación varia según la sociabilidad de la mascota pero también según la necesidad de atención y territorialidad del animal doméstico. Un gato seguirá siendo un gato pese a que sea un animal totalmente domesticado y mimado por la familia. Eso implica independencia, soledad, orgullo y bienestar. El gato no es cómo lo pintan, desagradecido, esquivo e interesado. Un gato puede ser muy cariñoso, dormir con nosotros y despertarnos con el motor de ronroneos a punto, pero claro, antes hay que cuidarle y darle lo que el necesita.

Cómo a un gato no se le pasea, los problemas de convivencia suelen venir por destrozos por arañazos o por un mal uso de la caja de arena donde los felinos deben depositar sus heces y orina. Normalmente, si queremos que lo hagan en la caja de arena, debemos dejarla apartada en un lugar de la casa lejos de la comida o de las habitaciones de la familia, donde el felino tenga intimidad y no sea molestado o interrumpido. El gato es muy limpio por naturaleza pero o hará sus necesidades si no es en un lugar donde esté tranquilo y a salvo de incómodas visitas de curiosos.

Con un gato es más dificil ser firme a la hora de corregirlo si araña el mobiliario o si hay que darle una alimentación especifica pues los gatos son mucho más astutos a la hora de camelar al dueño y obtener su propio bienestar.

Si la convivencia con algún animal doméstico es muy dificil y no hemos dado una educación a tiempo, siempre se puede acudir a expertos en adiestramiento y rehabilitación que sabrán ayudar en la educación y comportamiento de nuetras mascotas. Muchos casos de abandono llegan porque las personas que tienen a esas mascotas no saben como hacerse con ellas o no les dan ninguna educación y al ver malos hábitos o comportamientos que llevan a una mala convivencia deciden abandonar antes que tomar acción sobre sus responsabilidades.

Desde que son cachorros la educación lo es todo para una buena convivencia.

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