¿Cómo domesticar un caballo?

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Primeros pasos para domesticar un caballo

Los caballos son animales super sensibles, en su comportamiento manifiestan mucho más que un estado de salud físico, expresan sentimientos y se comunican con el medio; generalmente cuando un caballo no responde a los deseos de su dueño es porque realmente no se siente a gusto con él o con alguna actitud en particular de este.

El primer paso para lograr que su caballo colabore con usted es entenderlo, confiar en él y mostrarle la suficiente seguridad como para que él confíe en usted.

Para llegar a la comprensión de su animal debe tener en cuenta previamente las características principales que todo equino posee.

Estos son animales que están acostumbrados a vivir en un grupo social, necesitan tener una manada o grupo de referencia para sentirse bien.

Dentro de su “familia” cada caballo tiene una jerarquía, para poder entender a su espécimen como individuo debe usted primero entender cuáles son sus funciones dentro del grupo. Todas las yeguas tienen todas el mismo rango, lo heredan lo cual hace que no deban tener que luchar para obtenerlo; por eso se muestran tan hostiles entre ellas, ya que ninguna tiene poder sobre otra.

Los machos deben luchar para alcanzar una buena posición dentro del grupo por eso son animales mucho más duros y agresivos; son difíciles de domesticar y se resisten a obedecer órdenes, se rebelan fácilmente y no aceptan ningún tipo de injusticia.

Los jefes, el semental jefe y la yegua jefe tienen el mismo rango y no deben disputarlo entre sí.

El caballo líder puede echar a cualquiera de los demás del sitio en el que esté sin tener necesidad de tener razones que lo justifiquen. Ningún caballo puede pasar por encima de otro que tenga un mejor rango, no podrá adelantarse mientras caminan y siempre irá por detrás de su “superior”, esto hace que ante una situación improvista la manada no se disperse, el líder marca el camino a seguir y los demás le obedecen sin chistar. Además, el líder suele empujar a otros rechazando de esta manera a los sementales jóvenes que empiezan a imponerse.
Los potros van por detrás de sus madres sin separarse jamás de ellas.

Este tipo de jerarquías existe en todas las razas de caballos y todos sus miembros la aceptan y responden a ella.

Debe tener en cuenta también que los caballos tienen un campo de visión bastante amplio, entre 340º y 360º, con características tales como: un campo ciego, que no le permite ver en línea recta delante suyo más allá del metro; una visión lateral con un solo ojo que le impide percibir los relieves por lo cual es necesario permitirle que gire la cabeza para utilizar ambos ojos; aunque no percibe los detalles, es sumamente sensible al movimiento y una de las características primordiales es que puede ver de noche.

Además, poseen un oído primordial a través del cual pueden percibir ruidos y sonidos que son imperceptibles para el oído humano; un olfato sumamente desarrollado que les permite reconocerse entre sí aún en la distancia (lo utilizan los potros sobre todo para encontrar a sus madres).

Los caballos utilizan diferentes lenguajes para comunicarse, no solo sonoros, por ejemplo, a través de sus orejas puede notarse el estado anímico del animal: si las tiene caídas es probable que se halle enfermo o no se encuentre a gusto; si las tiene erguidas es porque ha percibido algo extraño en el medio y está en estado de vigilancia, si tiene una oreja hacia adelante y la otra hacia atrás probablemente esté dudando. Una oreja hacia delante y otra hacia detrás: duda (puede no haber comprendido algo de lo que estamos intentando transmitirle durante la doma). Además, utiliza también su cola para expresar su estado de ánimo: si está caída es porque se halla triste, o desconfiado; en alto es una señal de alegría…

Los caballos también se comunican a través de sonidos, tales como:

    • Bufido, el caballo resopla por su nariz generalmente cuando está contento.
    • Mugido: Está desconfiando de alguien o de algo que desconoce.
    • Gruñido: Cuando algo le duele.
    • Chillido: Suelen utilizarlo las hembras para manifestar su mal humor cuando se encuentran delante de otra yegua, suele ser breve y agudo.
    • Relinchos: existen muchos tipos de ellos y habrá muchísimos significados para cada uno, se sabe que generalmente lo utilizan para llamar a sus compañeros cuando son apartados de la manada o cuando se hallan nerviosos.

Si usted ha logrado entender estas cosas en su animal es porque ya ha dado el primer paso para poder apadrinarlo, sin un conocimiento de estas cosas no logrará que la doma sea del todo eficaz.

“Solo a través del conocimiento del ser diferente podemos relacionarnos con él, reconociendo sus estados de ánimo, sus necesidades, las formas que tiene de comunicarse que generalmente son muy diferentes a las nuestras” (Rodolfo Huriarte “Pensando en sociedades”)

Segunda etapa de domesticación de tu caballo

 otro de los temas importantes a la hora de entrenar un caballo; se trata de la relación que debe crearse entre el domador y el animal; es este un trabajo bastante arduo y se necesita sobre todo de mucha paciencia, ya que es normal que el animal se rebele o que parezca como si no lo entendiera.

Los caballos jóvenes son más rebeldes, pero a la vez pueden ser sumamente “llevaderos” una vez que comprenden que usted viene en son de paz.

Una vez que ha tomado la decisión de dedicarle muchas horas a un trabajo que no dará resultados gratificantes en un plazo corto, tenga en cuenta los siguientes pasos y es probable que no fracase en sus objetivos.

  1. Deje al animal libre en un sitio de unos 10 metros de largo por 6 metros de ancho; luego entre junto a él.
  2. Comience a hablarle, debe hacerlo claramente, en tono bajo y tranquilo pero seguro. No se acerque al animal, háblele de lejos, pero asegúrese de que este entienda que es a él a quien usted se está dirigiendo, porque de esta manera comenzará a acercarse.
  3. Una vez que el caballo se acerque, quédese quieto, deje que el animal lo huela, lo investigue, cuando vea que ha ganado confianza en usted sepa que es el momento en el que usted debe intervenir (esto puede llevar muchas horas, incluso días… puede que al animal le dé mucho miedo acercarse, pero no se dé por vencido).
  4. Acarícielo suavemente, no haga movimientos bruscos pues estos pueden ahuyentar al caballo y muchas horas de trabajo habrán sido echadas a la basura y habrá que recomenzar desde el principio.

Intente hacer este trabajo en momentos en los que usted esté relajado, sin problemas circundando su mente y dedíquele todos sus sentidos a esa relación que quiere establecer con ese otro ser vivo.

Los caballos son muy sensibles y pueden percibir fácilmente si usted está ansioso, angustiado o simplemente apurado y en ese caso puede que el suyo se resista más a “hacerse su amigo”. Además, no olvide que un movimiento brusco, una palabra subida de tono o una respiración acelerada pueden hacer que el animal pierda el interés e incluso ya no vuelva a recuperarlo esa tarde.

Tenga en cuenta que lograr establecer esta confianza y esta relación puede ser muy gratificante porque los caballos son animales sumamente cariñosos y confiables; pero además es muy útil, ya que una vez que él confíe en usted, bañarlo, cepillarlo y ensillarlo serán tareas muy simples en las que no deberá emplear más tiempo del necesario para realizarlas correctamente.

Le recomiendo que siempre recuerde que un caballo nunca puede ser obligado a hacer algo, debe ser convencido para hacerlo.

Ubíquese del lado izquierdo del animal y colocar las riendas sobre su cuello a fin de que no caigan al suelo.
Luego, mientras con la mano izquierda intenta colocarle el bocado, sostenga con la derecha la brida por la testera y entre las orejas.
Si se resiste a abrir la boca, presione con el pulgar y el índice muy suavemente justo donde termina la línea de los labios, donde deberá, cuando el caballo finalmente seda, colocarle el bocado
Una vez haya colocado el bocado, póngale la testera por detrás de la nuca mientras agacha las orejas hacia adelante.
Finalmente, tense las correas y prenda las hebillas.
Para saber si la brida ha quedado bien colocada debe poder poner la mano entre el ahogadero y la cabeza del animal y dos dedos entre la muserola y la mandíbula.

Ahora que entre su caballo y usted existe una relación, aunque le harán falta muchas horas para que se consolide, es momento de ensillarlo por primera vez.

No olvide que lo más importante es lograr que el caballo confíe realmente en usted, eso decidirá el avance de la relación en el futuro, en base a ella logrará un corcel amigable, manso y cariñoso, o uno rezongón, hosco y hasta peligroso.

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